No tengo grandes penas que contar
ni engaños amorosos.
¿Qué clase de poeta puedo ser?
De un corazón herido, de un amor desolado,
nace la poesía.
También nace del murmullo que canta el río,
de la mariposa en la flor,
del alto ciprés que acompaña las tardes
cuando me estremece el frío,
parece una pintura de Van Gogh
por la elegancia de
su estilo.
Hay noche en que la luna sale a pasear
viste de plata y nácar el jardín,
se refleja en la hojas adormecidas,
en las rosas, en las flores del jazmín,
las despierta, las besa y se lleva su perfume,
ladrona de amores, quién diría,
al verla tan seria y callada,
cuántos secretos nos diría… si ella hablara.