En la tarde callada
sobre la pampa amarilla
hasta las sombras hablan,
hasta las sombras hablan,
de aquel que se fue.
Ya no comparten sus ojos
la dulce presencia
el mate en la noche
cuando todos duermen.
Se fueron los días
mágicos del alma.
Se llevaron misterios
años, vida
aquellos secretos
que escribía despacio
en aquel libro añejo
que borró el tiempo.
Cuentan las antiguas
mujeres del pueblo
que igual a un fantasma
lo ven pasar
lo ven pasar
dejando en el aire
un eco insondable,
que se lleva el viento
de versos, de quejas
igual a un lamento.
sp;