viernes, 22 de febrero de 2019

Aquel desconocido.

Pintura de Paul Delvaux.






Cada mañana lo veía pasar,
El cigarrillo entre los bigotes,
las manos en los bolsillos de la campera
y una tristeza azul en los ojos.
¿Quién será? Me preguntaba.
Durante años vagó por mi ventana,
hasta que su ausencia
despertó mi curiosidad de saber:
¿Dónde estaba?
Pregunté a los vecinos,
nadie sabía de él, ninguno lo conocía.
Busqué por las calles su figura flaca,
su paso lento y su tristeza azul en la mirada.
Por meses caminé por veredas mudas,
besada por la sombra de los plátanos y los tilos.
Hasta que en una ventana
encontré sus ojos azules,
me vi en ellos; tan flaca, tan triste,
tan igual a aquel desconocido.

La bailarina

  Una música suave y melodiosa la arrancó de su encantamiento. Abrió los ojos asombrada. Sus pies bailaban   al compás de una melodí...