Madrugada
Hay un olor diferente
en las calles vacías,
a humedad, a plantas
fusión del perfume que dan las flores
después de la lluvia.
Ella no tiene color,
no es día, ni es noche
agita los sentidos, trayendo
aromas que surgen
desde la tierra, nos hiela,
como el abrazo del mal amor
que ahoga y congela el cuerpo.
Se va purificando el aire,
es ella que avanza
y se pone ropa nueva, se ilumina
para llegar perfumada
a recibir el nuevo
día.