El reloj me mira
mueve sus agujas
y se ríe con su boca repleta de horas,
las desgrana con su lento tic tac
se asoman imágenes,
horas pasadas, días perdidos.
¡Qué se vayan!
Que las lleve el olvido
a su mundo lejano
y arcano las guarde con
ceniza,
con una coraza,
les ponga candado
y me dejen en paz.
Tal vez no hay tiempo perdido, ni horas muertas, pero tu poema me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Maripau, vos sabes que el escritor inventa un poco, siempre que la inspiración lo ronda. Gracias por tu visita.
EliminarAbrazo.
Esas manillas del reloj cuantas serían las veces que deberían pararse para seguir contemplando el amanecer de un bello dia.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Así es Campi, sería hermoso detenerlo cada vez que somos felices. Gracias por tu visita.
EliminarCariños.
El tiempo y el reloj, testigo y notario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Testigo y notario, es verdad, nada se le escapa, solo las horas. Gracias. Un abrazo Rafael.
Eliminarmariarosa
Pienso como tú, María Rosa, pero yo he conseguido solo recordar lo bueno, lo que llaman memoria selectiva.
ResponderEliminarMagnífico poema.
Un abrazo.
Hola Enrique, me alegra que hayas podido dominar tus pensamientos, gracias.
EliminarAbrazo.
Que se vayan aquellas horas donde hemos sufrido, aquellos minutos de desvelo, aquellos segundos de desilusión. Todas esas y esos, al olvido.
ResponderEliminarBien MaríaRosa. Muy bien poeta.
Besos
Gracias Tatiana, me agrada tu devolución. Un abrazo.
Eliminarcariños.
Buenas noches, querida amiga, que buen ritmo tiene tu pensamiento!
ResponderEliminarEl reloj lento que marca horas aciagas,
que no moleste mas,
de ahora en adelante que solo marque horas felices y nos deje en paz.
Te mando un besote.
Hola Hadita, que facil suena alejar al reloj y decirle que no marque más horas aciagas, la vida real es diferente, gracias por tu cariño.
EliminarAbrazote.
Profundo poema a veces uno necesita soledad y olvido. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias Judit, cariños y saludos.
EliminarUna bella forma para que no pasen tan rápidas esas horas que a todos en mayor o menor medida nos amargan con el paso del tiempo y sobre todo olvidemos aquellas horas malas.
ResponderEliminarUn bello poema María Rosa.
Un gran abrazo y feliz resto de semana.
gracias Juan, un abrazo.
EliminarPerdona la demora, mariarosa, eso tienen los relojes, son el mensajero con el que nos enojamos por las indeseadas noticias que nos acercan... Pero recuerda que tenés tu poesía, sensible amiga, el antídoto contra todos los males y penas...
ResponderEliminarAbrazo admirado una vez más.
Gracias Carlos, aquí no hay relojes que manden ni ordenen a que hora hay que llegar, se llega cuando se puede y siempre eres bienvenido. Un abrazo sin sombrero.
EliminarMe encanta tu poema, Maria Rosa, tiene su punto de humor aunque el reloj , pobre, no salga bien parado... Un abrazo
ResponderEliminarHola Milena gracias por llegar a leer y comentar.
EliminarUn abrazo.
Bueno, el reloj nos aturde con su repiqueteo, manejador del tiempo
ResponderEliminara veces es el crudo blog de nuestra vida ...pero que se quede lo mejor...
Abrazos.
Hola Magdalena, es un poema que trata de darle humor a ese tierano de nuestras vidas. Gracias por tu visita.
Eliminarmariarosa
Queramos o no mariarosa, el reloj marca nuestras vidas, y lo peor que tiene es que sigue marcando incansablemente....
ResponderEliminarMe gusta mucho como escribes amiga
Un abrazo
Hola Stella, agradezco tus palabras y me hacen bien, eres muy amable.
EliminarUn abrazo.
Que se olvidan esas horas de malos momentos y vivamos con intensidad cada minuto . Muy bueno!! Besos
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