Una
calandria,
escapó de
su jaula
y voló hasta un ciprés.
¿Quién
habrá dejado la puerta abierta?
Como los sueños juveniles;
sus
ganas de volar
lejos,
muy lejos
se
hicieron realidad.
Una música suave y melodiosa la arrancó de su encantamiento. Abrió los ojos asombrada. Sus pies bailaban al compás de una melodí...