Una
calandria,
escapó de
su jaula
y voló hasta un ciprés.
¿Quién
habrá dejado la puerta abierta?
Como los sueños juveniles;
sus
ganas de volar
lejos,
muy lejos
se
hicieron realidad.
Ella pasa cada tarde cargando la mirada impía de los vecinos. Retazo de vida que se va deshilachando, burbujeando en la pri...