Dónde van a morir los pájaros
en qué bosque cerrarán sus ojos,
que luz bárbara
los cegará, en el último segundo.
Su vuelo, ayer raudo y elegante
cesará en cualquier camino
y como una hoja seca,
caerá, con sus plumas opacas
y el pico abierto.
El ángel de las aves
lo llevará en sus manos
y al llegar al cielo,
cielo de los pájaros,
sus alas se abrirán,
en un vuelo sin ruta
y entonces sí,
volará por siempre
dueño de las nubes y del horizonte.