Un día.

Un día llegara,

que seré silencio..

No abriré puertas

ni cerraré ventanas,

en mi mesa no habrá pan ni vino,

resbalarán las voces por las flores secas.

Me llevaré los sueños que no realicé,

el olor de la alfalfa,

los rostros amados,

el viento en la cara

y hacía el infinito, tu nombre.

Final.

No entendí tus mensajes,

palabras,

hilos sueltos,

burbujas livianas

cruzando el aire,

lejanas,

perdidas,

ausentes de mí.

No es culpa de la vida,

es que nos vamos gastando,

como el mar a la arena,

el viento a la montaña

y la gota a la piedra.

Llueve.

Hay  silencio,

viento que  agita las ramas,

de un imaginario mar, 
me acaricia,

aliviando tempestades.

Se han escondido los pájaros,

en la transparencia del atardecer,

las hojas mudas, viajeras de la tarde,

caen hasta mis manos.