miércoles, 28 de agosto de 2024

El duende de las rocas.


 

Desde lo alto, el mar es una pintura

que dibuja su curva de olas y espuma.

Vuelan las gaviotas planean sobre el mar

y se roban el viento guardado entre las alas,

envidia su girar el duende de las rocas,

solitario y oscuro, quisiera llegar

en un vuelo eterno a las nubes altas,

pero su estrella es otra, lo signó el destino;

custodio del mar.

Vuelan las gaviotas

y las piedras quietas, antiguas, perennes

seguirán por siglos soñando volar.





martes, 20 de agosto de 2024

Pequeños poemas.


 

PINAR.

Era la oscuridad del pinar,

era tu mano tibia,

encendiendo estrellas en mi cintura.

 

 

LUZ.

Una mirada,

un aleteo de pájaros

pueden iluminar

el día más gris.

 

 

AYER

Era el tiempo de las naranjas maduras

y las tardes recostándose al sol.

La  ternura dibujada en los ojos,

 juramentos susurrados

entre besos interminables,

y caricias,

que quedaron en la memoria de la piel.

 


 

miércoles, 14 de agosto de 2024

Tiempo.

A veces el tiempo es un insulto

que nos marca la cara,

ofende nuestros huesos

e intenta robarnos lo que nos pertenece:

la esperanza, la sonrisa,

las ganas de amar

que nos camina por la sangre,

esa, que se perfuma con la primera rosa de septiembre

y nos acompaña hasta el último suspiro.

 


 

jueves, 8 de agosto de 2024

Médanos.


 

 

 

Los médanos cubren el paisaje

caderas de  mujer

 en  la arena lejana.

Suspiro de espuma

entre las curvas sinuosas

rostro sin nombre

visión delicada

que se acerca y se aleja,

según el capricho del viento.

Dentro de la casa  los maderos arden.

El olor a mar entra por los resquicios

crean un mundo especial

procesión de recuerdos

donde el cielo se aleja

y el infierno sigue aquí.

Afuera reina el frío,

por momentos la arena se levanta

escalando el aire

creando un velo de escarcha

que cambia el paisaje

y se proyecta contra los  vidrios.

Es invierno

y su perfil es crudo.

Quiero abrir la puerta

de esta casa imaginaria

para que regresen los pájaros

la vida habite en libertad

y el silencio no exista.



Poema ya publicado.

sábado, 3 de agosto de 2024

Cuando te nombro.


 Rosedales de Palermo.  

 Cuando nombro Buenos Aires,

nombro jazmines, amigos, calles,
que aún quedan empedradas,

un rumor de bandoneón, una zamba
y la sonrisa del flaco Spinetta.
Cuando nombro Buenos Aires
me inundo de jacarandaes,
y sus flores dibujando

de celeste  las veredas,

el perfume de los tilos
y las rosas de Palermo,

acuarela en las tardes de domingo.
Las calles y las casas
que cambiaron y olvide,
en que rincón
de mi memoria se durmieron,
junto a los versos

que soñé y no escribí,
y los años que se llevó el tiempo. 

 

 

 

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Tu nombre.

En el decurso de las horas Tu nombre regresa, una y otra vez Entra sin llamar, intangible, sin voz Y aunque quiera imaginarte presente Me mi...