Amanece,
el sol siembra piedras brillantes
sobre el pasto,
un rumor de hojas puebla el aire
y no hay viento.
¿Qué misterio quiebra
el campo y
me atrapa con su magia?
Me atrapa y me lleva a imaginar mundos irreales.
Siluetas que se mueven entre los pinos,
ellas me miran y a la vez me ignoran,
se elevan, desaparecen como volutas de humo.
Los brillantes siguen ahí, coqueteando entre el pasto.
Hay un paisaje que convida a caminar
y mientras me alejo,
la magia va desapareciendo, el sol se bebe el rocío,
solo queda el verde del campo
y entre los pinos, regresaron las figuras
que solo yo veo, bajo el sol mañanero.
La magia del campo y de los espacios abiertos en tus letras...
ResponderEliminarUn abrazo y Feliz Año.
Gracias Estimado amigo por tus palabras y Feliz Año para vos también.
Eliminarmariarosa
Una descripción loable, María Rosa, me he sentido gratamente arrastrado a esas nobles y sentidas visiones. Tu alma siente ... y ve.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Gracias Enrique eres muy generoso con tus comentarios. Un abrazo.
Eliminarmariarosa
Los brillantes destellan también entre tus fluidos depurados versos, amiga... Magnífico poema... y la gran alegría (felicidad es un término mejor) porque te dejes leer otra vez!!
ResponderEliminarAbrazo feliz en este año que recién comienza...
Gracias Carlos, hay que salir adelante, aunque cueste. Feliz año para vos también.
Eliminarmariarosa
Bonito poema MaríaRosa, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias a vos poe leer y comentar.
EliminarUn abrazo.
Es muy lindo poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Amalia, un abrazo en la distancia.
Eliminarmariarosa
El. Sol. Siempre renueva la tierra y con ella la belleza de la palabra.
ResponderEliminarBesos