Cada suspiro, hace mi pecho de algodón.
Las mariposas juegan con las zinnias,
todo es efervescencia
y el sol una caricia.
Detrás de los pinos vuelan las
palomas,
círculos grises buscando una
brisa
que las lleve sin esfuerzo, casi planeando,
al país de las migas de pan.
Y la tarde pasa, ella también
se va,
no se adonde,
lo que sí sé, que no volverá,
llegará otra, luciendo tal vez
un sol tibio
y mis manos hoy heladas,
cobraran calor.
Pasan las tardes pero quedan tus letras...
ResponderEliminarUn abrazo y felicidades.
Gracias Rafael por tus palabras y tu compañía.
Eliminarmariarosa
Todo lo que se va nunca regresa, solo el recuerdo nos dice que una vez existió . Un beso.
ResponderEliminarestimada Campi, agradezco tu comentario siempre amable.
Eliminarmariarosa
La paloma pasó volando...y regresa ...así es la vida, creemos que algo se nos fue y sin darnos n cuenta vuelve a la memoria.
ResponderEliminarLa memoria siempre trae recuerdos de buenos y malos momentos, los malos prefiero olvidarlos y soñar con los buenos.
EliminarGracias Magdalena.
mariarosa
Ayyyy, esa palomita tan dulce y bonita!
ResponderEliminaresta si es una maravillosa, tierna y reconfortante Cancion de Invierno!
Felicidades, mariarosa! ༺♥༻❀༺♥༻
Son escenas de una tarde convertidas en poesía. Gracias hadita por tu compañia y comentarios.
Eliminarmariarosa
Lindo poema la naturaleza siempre nos renueva. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias Judit por tu amable comentario.
Eliminarmariarosa
Que hermoso y sutil este poema donde fotografías esos momentos de serenidad en una tarde cualquiera, dando color a los detalles visionados.
ResponderEliminarPrecioso, me ha encantado porque realmente es poesía sin cuento...
Un abrazo María Rosa y buen día.
Hola Elda, yo sigo en Buenos días y para ti ya ha llegado la tarde que espero sea de un bello verano. Gracias por tus lindas palabras.
EliminarUn abrazo.
mariarosa
María Rosa te has mimetizado con la naturaleza, las palomas y la tarde; tu misma te hiciste luz y poema y gracias a eso, se te encendió el alma, su luz nos llega y nos calienta a todos. Me encantó tu sencillez, serenidad y sensibilidad literaria, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y admirado por tu amor a las letras.
Estimada M. jesús, gracias por la calidez de tu comentario, eres muy amable. Un abrazo.
Eliminarmariarosa
Un bello y relajante poema del día a día, realmente lo que se va no vuelve, pero siempre quedará el recuerdo vivido. Son unos versos tan naturales como la propia naturaleza que nos envuelve y arropa.
ResponderEliminarUn gran abrazo mariarosa.
Gracias Juan por tus amables palabras, un abrazo.
Eliminarmariarosa
Bello poema pleno de instantáneas producto de la contemplación...
ResponderEliminarEnvidiables hallazgos ("Cada suspiro, hace mi pecho de algodón", "buscando una brisa
Que las lleve sin esfuerzo, casi planeando, alpaís de las migas de pan..." por citar un par de ejemplos.
Abrazo una vez más sin sombrero.
Agradecimiento como siempre por tus generosas palabras. un abrazo.
Eliminarmariarosa
Y qué fortuna es sentir la tarde o la vida con esa sensibilidad tuya, con esa delicadeza, con esa ternura...!!!
ResponderEliminarLlegarán muchas tardes y podrás tener las manos frías, pero nunca el corazón...
Un enorme abrazo, querida amiga!!!
Muy generosas tus palabras estimado Emilio; gracias.
EliminarUn abrazo.
mariarosa
Se nem tudo passa na vida, há pelo menos um esperança de que tudo possa melhorar.
ResponderEliminarAbraço amigo.
Juvenal Nunes
Gracias y bienvenido, un abrazo.
Eliminarmariarosa