domingo, 2 de noviembre de 2025

El miedo.


 


Lo he visto en las noches

simulando formas infinitas,

noches en que la luna

es una ventana iluminando la ciudad. 

Acostumbra a extenderse

por las calles vacías

y trepar a la torre de la Iglesia,

luego llega hasta la plaza 

entre las tinieblas del pino

y el perfume del jazmín,

se dilata como una hiedra oscura, 

disfruta convirtiendo mi vigilia en un infierno.

Y cuando el primer rayo de sol recoge las sombras;

él actúa como un amante necio,

que desaparece de pronto

y deja el cuerpo tiritando de frío.

 

 



 

El miedo.

  Lo he visto en las noches simulando formas infinitas, noches en que la luna es una ventana iluminando la ciudad.   Acostumbra a ...