En la tarde callada
sobre la pampa amarilla
hasta las sombras hablan,
hasta las sombras hablan,
de aquel que se fue.
Ya no comparten sus ojos
la dulce presencia
el mate en la noche
cuando todos duermen.
Se fueron los días
mágicos del alma.
Se llevaron misterios
años, vida
aquellos secretos
que escribía despacio
en aquel libro añejo
que borró el tiempo.
Cuentan las antiguas
mujeres del pueblo
que igual a un fantasma
lo ven pasar
lo ven pasar
dejando en el aire
un eco insondable,
que se lleva el viento
de versos, de quejas
igual a un lamento.
sp;
Cunato misterio!
ResponderEliminarcada ser es una caja de sorpresas...mejor si dejó escrito
aquellas verdades que lo manejaron en la vida
mejor para quien pudo leer ...si acaso dejó esa huella tangible
al menos dejo si en la memoria colectiva para siempre
su historia y su figura que no descansa.
abrazos.
Bellísimo.
ResponderEliminarExcelente homenajemensaje para alguien que se fue, dejando una huella imperecedera.
Mi abrazo hasta tu otoño, que recuerdo tan bello
Las ausencias que marcan las personas. Se siente que hay un espacio vacío, ahí donde el ausente era presencia, y sentimiento. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarLas ausencias que marcan las personas. Se siente que hay un espacio vacío, ahí donde el ausente era presencia, y sentimiento. UN abrazo. Carlos
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