El viento juega en los tejados,
tirita sobre el césped,
asusta a los rosales
y enloquece
al viejo ciprés.
Mi temblor y el del gorrión
se parecen,
nos cuesta la aventura de vivir
su fragilidad
y la mía
se unen bajo el ocre de la tarde,
de un otoño que florece
y baña de dorado el paisaje.
Un otoño cuajado de colores, y tu pintándolo ferviente.Precioso.
ResponderEliminarAbrazo
Tal cual lo pintas, así me imagino el otoño... algo triste y nostálgico.
ResponderEliminarAbrazos.
Si el otoño ya se avecina
ResponderEliminaraunque por aquí no es muy notorio en amarillo, si la ausencia de flores y frutos lo delata
mas cuando veo ese ocre ...me fascina el color de su sol...
besos.
Mi querida MªRosa, te confesaré una cosa el otoño aun con su nostalgia es mi estación preferida, bellas letras le dedicas, pasa un lindo día de la poesía. Un abrazo en tu caso otoñal.
ResponderEliminarBello poema para la mas bella estación del año.
ResponderEliminarUn haiku para ti
Temblor de pájaro,
locura del ciprés:
Blues de otoño.
y muchos besos