Una
calandria,
escapó de
su jaula
y voló hasta un ciprés.
¿Quién
habrá dejado la puerta abierta?
Como los sueños juveniles;
sus
ganas de volar
lejos,
muy lejos
se
hicieron realidad.
Amanece que no es poco Y yo no pude dormir. Un perro ladra y se pierde Su lamento calle abajo. Un bocinazo, una sirena Un grito que la noc...