Una
calandria,
escapó de
su jaula
y voló hasta un ciprés.
¿Quién
habrá dejado la puerta abierta?
Como los sueños juveniles;
sus
ganas de volar
lejos,
muy lejos
se
hicieron realidad.
Después de la lluvia tu voz se perdió en el aire suave, como una plegaria la olvidaron mis oídos fue caricia de hoja perdida vol...