Puerto con barcas color naranja
Nubes que se bañan en el mar
Viento salobre que trae aromas
De pescado, de aceite, de besos perdidos
De madera reseca al sol
Y un rumor de voces susurran canciones
Entre los sones de un acordeón.
Danzando entre los canastos
La gaviota busca un suave manjar
Su vuelo planea, se aleja, regresa
Su infinito universo termina en el mar.
Tardes de invierno, soledad en el puerto
El sol se oculta, las barcas bailan con el oleaje
Intentan partir, no pueden,
Esclavas del muelle
Como el hombre al amor,
Con la inocencia del que espera y sabe
Que mañana, aunque parecido
Nada será igual.