lunes, 27 de febrero de 2017

Amanecer de un domingo.



Amanecer de domingo,
vigilia que termina,
llegó el descanso.
Barrio  silencioso, puertas cerradas
brisa de verano entre las acacias,
y un silbido trasnochado saludando al sol.
La voz del diarero,
se dibuja en el pentagrama del aire
y un aroma  a café,
perfuma la mañana.
En los ojos, todavía cerrados
quedan resabios de algún sueño,
voces y presencias,
que se quedaron prendidas
de alguna estrella lejana.


lunes, 20 de febrero de 2017

Cascada blanca.



Tiempo grabado en la roca,
historia, 
grandeza y colores del Pehuén,
luz en la araucaria
y lisura en la piel de los arrayanes.
Cascada blanca, 
cayendo en los brazos del Nahuel Huapi.



jueves, 16 de febrero de 2017

Entre sombras.





Atardece con un cielo celeste regado de nubes
y a lo lejos el último aliento del sol incendia el horizonte.
He perdido la noción del tiempo,
el paisaje me hipnotiza y ante tanta belleza,
enmudezco  y doy gracias a Dios.

Se pierden los recuerdos
de aquellos días que nos unieron y,
a despecho de tu falta de cariño,
me quedaron los buenos momentos,
los otros, los que no merecen la pena;
mágicamente se fueron.
Algún duende generoso los debe haber llevado
al país de las cosas perdidas.
Es muy linda la vida
para dejarla pasar de largo,
el espacio y el tiempo demasiado valiosos.
He aprendido a valorarlos y,
será por eso que este atardecer de verano
me resulta tan bienhechor
con sus aromas y colores,
que comienzan a deshilarse
entre las primeras sombras del anochecer.



Aquella casa.

  Homenaje a aquella casa de la calle Machain, donde mis tías me recibian en las vacaciones y que ha quedado en mi memoria como uno de mis r...